Los sensores de largo alcance para puertas y ventanas se componen de dos piezas: un imán (pieza más pequeña) y un transmisor (pieza más grande). El sensor funciona transmitiendo una señal de apertura siempre que las dos piezas estén separadas al menos ¾ de pulgada y transmitiendo una señal de cierre siempre que se acerquen a ¾ de pulgada.